ideas.giffmex.org Biblia Mente Vida Ministerio

Epicureísmo

© Rev. David Gifford, 2016. Ver más artículos en RecursosGiffmex

El epicureísmo es una escuela filosófica fundada por Epicuro, que nació en la isla griega de Samos en 341 a.c.


Los epicureos formaron comunidades unidades de seguidores que vivían juntos en ranchos. El más famoso de los ranchos era el jardín en Atenas. Las comunidades epicureos llegaron a ser populares, y duraron varios siglos después del tiempo de Cristo.

Notablemente por su tiempo, Epicuro y los epicureos admitían las mujeres y los esclavos a sus comunidades.

Los vecinos especulaban acerca de las actividades secretas que los epicureos supuestamente realizaban en los ranchos.


La Biblia menciona el epicureísmo, en Hechos 17.18.


Epicuro acerca de la felicidad


Los epicureos enseñaban que la felicidad consistía en reducir el dolor y aumentar el placer. Epicuro definia la felicidad como un estado de equilibrio llamado la ataraxia, donde no hay grandes vacilaciones entre el dolor y el placer, una falta de agitación.


Al escuchar que los epicureos buscaban el placer, nuestro instinto es compararlos con las personas que viven para la disolución, el exceso, y el placer desenfrenado. Sin embargo, este tipo de vida es justamente lo que Epicuro quiso evitar. Por ejemplo, Epicuro notó que al tomar mucho alcohol, sufrimos dolores de cabeza, vomitamos, y descubrimos las cosas vergonzosas que hicimos y dijimos cuando estuvimos borrachos. El alto placer terminar con altos dolores. Pero si la meta es reducir el dolor, entonces una vida de desenfreno no era la más adecuada. Debemos anhelar una vida de pequeños placeres que daba placer pero sin provocar fuertes dolores: las conversaciones con los amigos, la comida sencilla, la reflexión filosófica, el contentamiento en el trabajo, las caminatas en el jardín.


Epicuro sugirió lo siguiente:

«Ante cualquier deseo debemos formularnos la siguiente cuestión: ¿qué me sucederá si se cumple el objeto de mi deseo y qupe si no se cumple?» (Botton, 73)


Muchas de las cosas que la gente anhela no son fuentes de la felicidad, según Epicuro:

«...si tenemos dinero sin amistad ni libertad ni vida reflexiva, nuca seremos felices de verdad. Y si gozamos de estas útlimas, entonces, careciendo de fortuna, nunca seremos infelices.» (Botton, 69) La fama y el poder tampoco son dignos de buscar, ya que ni son naturales ni necesarios.


Según Epicuro, el negocio y la vida política produce mucho estrés, muchas presiones, muchas obligaciones innecesarias, y conlicto entre las personas. Por esta razón Epicuro aconsejaba nuestra separación de la sociedad y la política, para dedicarse a una vida marcada por su sencillez, donde uno vive de lo que produce la tierra, y disfruta la compañía de amigos y familiares.


Otras enseñanzas


Epicuro dijo que las personas deben acudir a los filósofos para tratar los problemas espirituales tal como acuden a los médicos para tratar los problemas físicos.


Epicuro creían en el alma, pero enseñaba que el alma era material, y que desintegraba cuando uno moría. Dijo que no debemos temer la muerte, porque mientras vivimos la muerte no existe, y cuando morimos, ya no existiremos.


Epicuro creía en los dioses, pero vivían en otro mundo y no interferían en los asuntos humanos. Algunos por esta razón lo acusaban de ser ateo. Después de su muerte, sus seguidores le daban honores como a un dios, celebraban su cumpleaños, y presevaron sus enseñanzas sin alteraciones mayores.


Fuentes: Dictionary of New Testament Background; Nuevo Diccionario Bíblico; Alain de Botton, Las consolaciones de la filosofía. (62-74)